Los datos disponibles actualmente sobre residuos marinos en el Mediterráneo y en Europa suelen ser insuficientes y no permiten comparar diferentes inspecciones y regiones marinas. Se necesitan datos sobre residuos marinos más sistemáticos, coherentes y comparables para aumentar nuestro conocimiento, implementar acciones concretas para la protección marina y supervisar su eficacia. Para tratar este problema, se han desarrollado 2 protocolos en el contexto del proyecto MedSeaLitter del Interreg MED para proporcionar un modo estándar de recopilación de datos sobre residuos marinos flotantes y sobre la ingesta de residuos marinos por parte de tortugas bobas (Caretta caretta), peces (especie recomendada: boga, Boops boops) y poliquetos.
Infraestructura tecnológica
Los requisitos técnicos para aplicar el protocolo son superiores en el caso del uso de aeronaves y drones y en el caso de la ingesta de microbasuras por parte de la biota, mientras que son inferiores en el caso de observaciones visuales desde ferris y embarcaciones pequeñas y medianas y en el caso de la ingesta de macrobasuras por parte de tortugas bobas. El protocolo publicado incluye una descripción detallada de la infraestructura tecnológica requerida para cada herramienta.
Formación
La formación y experiencia necesarias dependen de la técnica usada (véase el protocolo publicado para conocer las especificaciones detalladas). Se necesitan una formación y una experiencia especializadas para el uso de aeronaves y drones, así como para aplicar los métodos relativos a la extracción de basuras ingeridas, mientras que el uso de ferris o embarcaciones pequeñas y medianas para observaciones visuales presenta requisitos de formación inferiores. Una formación específica para las AMP piloto se ha organizado en el contexto de MedSeaLitter en primavera y verano de 2019.
Inversión
Se han realizado estimaciones aproximadas del coste de cada técnica en los protocolos; estas se incluyen en el protocolo publicado. Van desde el coste inferior de las observaciones visuales desde ferris (un rango de 1000-50 000 €) hasta el coste superior del uso de aeronaves y la monitorización de la ingesta de microbasuras por parte de invertebrados (más de 50 000 €). El coste exacto dependerá de los costes de personal, el equipo existente y si el protocolo usa o no programas de monitorización y/u operaciones marítimas existentes.
Concepto
El protocolo propone ligeras modificaciones a la hoja de recopilación de datos básica adoptada a nivel europeo. También se hacen recomendaciones sobre el uso de ferris (transbordadores) y embarcaciones de vela, así como el uso de fotografía automática con UAV y aeronaves tripuladas. En relación con la ingesta de residuos marinos, el protocolo se centra en la tortuga boba (Caretta caretta), peces (especie recomendada: boga, Boops boops) y poliquetos. En lo relativo a la tortuga boba, el protocolo solo trata la necropsia de animales muertos, lo que modifica ligeramente el protocolo europeo existente, teniendo en cuenta parámetros básicos y opcionales propuestos a los participantes de acuerdo con su logística y restricciones temporales y en coordinación con otro proyecto financiado por la UE, INDICIT.
Frecuencia de implementación recomendada
La estacionalidad puede desempeñar un papel clave al influir en la variabilidad de la cantidad y distribución de los residuos, que está vinculada a una variación estacional en factores oceanográficos y antropogénicos. Por ello, es necesaria la estratificación de las inspecciones en las diferentes estaciones. En el caso de los residuos marinos flotantes, se requiere una frecuencia de muestreo mínima de una vez al año, aunque se recomienda una replicación estacional. Una frecuencia de al menos 5 inspecciones por estación puede considerarse adecuada para realizar análisis estacionales durante un año de monitorización.
Las observaciones visuales y la grabación automática mediante fotografías/vídeos pueden verse afectadas por las condiciones meteorológicas o del mar. Los costes pueden ser elevados si se usan embarcaciones de investigación específicas. Asimismo, desde embarcaciones y aeronaves grandes solo se pueden detectar residuos marinos de más de 20 cm. Por último, las dimensiones de los objetos en el mar pueden ser difíciles de evaluar; para solventar este problema, el protocolo sugiere usar una regla con una cuerda de una longitud fija y medir la longitud aparente del objeto y el grado de distancia desde la línea del horizonte con el fin de obtener una estimación del tamaño real del objeto. La monitorización de la ingesta puede depender de la cobertura geográfica de las especies y la disponibilidad de animales.
Resultados cuantitativos
La aplicación del protocolo permite la recopilación de datos sistemáticos, coherentes y comparables sobre residuos marinos flotantes tanto a gran escala (es decir, a nivel de la cuenca mediterránea) como a escala local (a nivel de una AMP), así como sobre las basuras ingeridas por la biota.
Posibilidad de transferencia
El protocolo se ha desarrollado específicamente para el Mediterráneo, pero también puede usarse para recopilar datos sobre residuos marinos en otros contextos marinos.
Para más información
Contacto del proyecto: MEDSEALITTER
Enlaces de interés: